Amor por el español

amor por el español

«En mi salón casi todos los niños dominan el español… pero no les gusta hablarlo. Yo les hablo siempre en español, pero su primer instinto es responderme en inglés…»

«Me sorprendo tanto cuando veo a mis estudiantes hispanohablantes, hablando inglés entre ellos … es increíble el poder del inglés.»

«En las mañanas, a veces los escucho antes de entrar en mi salón quejándose de que les toca día en español, y… me duele.»

¿Te sientes identificado? Pues, no estás solo.

Estas citas son extractos de nuestras conversaciones con maestros en-español de diferentes partes de los Estados Unidos. Sus voces describen nuestra lucha diaria contra la inequidad de lenguajes en la mayoría de los programas bilingües. Es la realidad que enfrentamos todos los días y, sin embargo, la pregunta continúa: ¿cómo resolvemos esta inequidad?

La Dra. Julie Sugarman, co-autora del libro Guiding Principles for Dual Language Education, ha estudiado durante muchos años esta inequidad. En este sentido, Sugarman ha descubierto que el español se enfrenta a cuatro retos:

  1. Motivación
  2. Evaluaciones dadas solamente en inglés
  3. Carencia de recursos en español
  4. Ausencia de textos auténticos en español

En esta entrada de blog sólo discutiremos la falta de motivación en nuestros estudiantes por hablar, leer y escribir en español. Luego, en artículos posteriores, trataremos los demás retos.

En una entrevista exclusiva para la comunidad de Acento, la Dra. Sugarman aborda esta falta de motivación.


A: Acento

JS: Dra. Julie Sugarman

A – Hemos hablado con maestros en-español de diferentes partes del país y todos han identificado una falta de motivación tremenda en sus estudiantes por el español. ¿A qué cree usted que se debe esto?

JS – Hay una serie de razones por las que los estudiantes pueden estar desmotivados por aprender español, a menudo tiene que ver con el sentido de identidad de los estudiantes y con el estatus social del español, en comparación con inglés, en los Estados Unidos. Pero en algunos casos, un factor crítico es la falta de experiencia con el español como un verdadero lenguaje de comunicación. Conozco a un salón de clases donde el profesor me dijo que sus alumnos de tercer grado nunca habían tenido la oportunidad de leer textos auténticos en español, por lo que llegaron a la conclusión de que “la gente no escribe en español.” Realmente puedo simpatizar con esos estudiantes. Hasta ahora, todo lo que han visto del español es que es sólo un obstáculo adicional y no se encuentran con el español que se habla o se escribe con un propósito auténtico.

A – ¿Puede hablar sobre esa falta de propósito auténtico?

JS – Es decir, nuestros estudiantes pueden comunicarse en inglés y no entienden por qué razón tienen que hacerlo en español. Es como tener que escribir con mitones puestos, cuando en la clase en inglés no se escribe con mitones, y preguntarse: «¿por qué es que nuestros maestros nos hacen trabajar extra, sin ningún motivo? ¡Yo sé escribir sin mitones!»

A – Se trata entonces de que estas razones sean relevantes para nuestros niños. ¿Cómo podríamos lograrlo?

JS – Si. A diferencia del inglés, que los estudiantes tienen gran motivación por aprender en los EE.UU., los maestros en español deben de crear oportunidades para que los estudiantes experimenten de forma auténtica el español escrito y hablado, en una variedad de situaciones; aún y cuando tengamos estudiantes hispanohablantes en nuestras aulas.

A – Hablemos un poco de eso, de los estudiantes que hablan español en casa. ¿Qué sucede con ellos y la motivación por hablar en español?

JS – Por desgracia, sabemos que incluso en aquellos programas de lenguaje dual que cuentan con hablantes nativos de español, durante el segundo o tercer año del programa, inclusive los hablantes nativos de español entre ellos, a menudo optan por hablar inglés fuera de las conversaciones de instrucción; y a veces durante las conversaciones de instrucción. Creo que tenemos que recordar que los hablantes nativos también tienen que tener un estímulo adicional para ver el español como una lengua vital y viva, que no es sólo para fines académicos y/o para ser hablada con la familia “fuera de onda” en casa.

A – ¿Puede darnos algunos ejemplos concretos de cómo se pueden ver estos estímulos en el salón de clases?

JS – Sí, con gusto. Por ejemplo:

  • Tener amigos por correspondencia o hacer video-conferencias con estudiantes de un país de habla hispana.
  • Leerle a los niños literatura infantil auténtica en español (con explicaciones adecuadas para que los estudiantes nacidos en Estados Unidos puedan entender los matices culturales).
  • Escuchar las historias contadas por los padres o abuelos de estudiantes hispanohablantes.
  • O, los estudiantes de grados mayores pueden, incluso, comparar una pieza de escritura traducida con una pieza auténtica y discutir cómo la pieza auténtica suena diferente (en términos de vocabulario, estilo retórico , etc.)

Y repito, estas estrategias deben de tener un propósito claro y convincente para los estudiantes. De lo contrario, no ayudarán a nuestra causa.

A – Correcto. Con planeación, ideas como estas suenan factibles. Y, ¿qué puede hacer el resto de la escuela para apoyar estas iniciativas?

JS – Bueno, un aspecto crítico para lograr que nuestros estudiantes vean el español como una lengua de comunicación real es que el español se escuche a lo largo y ancho de la escuela y que se le dé importancia. Como educadores bilingües, hagámonos las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo y cuándo usan los adultos entre sí y con los estudiantes el español fuera del aula?
  • ¿Tiene el español una presencia visual fuera del aula?
  • ¿Los adultos de la escuela y la comunidad demuestran que es importante saber español?
  • ¿La escuela invierte tiempo y recursos en español equivalentes a los invertidos para inglés (si no, más)?
  • ¿Son los estudiantes responsables de expresarse en español durante el tiempo de contenido?

A – ¡Estas preguntas diagnósticas son buenas para cualquier docente bilingüe! Debemos de empezar por dar el ejemplo.

JS – Correcto, y recuerden, en actividades auténticas, los estudiantes ven el uso del español como parte integral de la actividad en sí, y no sólo una actividad que podría hacerse en cualquier idioma, que pasa a ser hecha en español. Queremos maximizar las oportunidades para que los estudiantes usen el español en una conversación significativa, la lectura y la escritura; no sólo como un medio a través del cual sólo usan para completar tareas académicas. Por eso, que el español sea, en efecto, un medio auténtico de comunicación para nuestros estudiantes es totalmente imprescindible.

A – Si, ¡suena como el primer paso!


Esperamos que esta entrevista sirva de abreboca en sus escuelas para lograr que los niños se sientan motivados por hablar, leer y escribir en español.

Durante el mes de febrero, los invitamos a unirnos en “amor por el español”, creando experiencias en nuestras aulas para que nuestros estudiantes vean el español como un medio de comunicación significativo, y también, ¡queremos escuchar como les va! Por favor, compartan sus ideas y experiencias con el resto de la comunidad Acento en nuestra sección de comentarios al final de este escrito y… ¡que viva nuestro amor por el español!


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